La organización agraria ASAJA Cuenca va a exigir al Gobierno de España que legisle para evitar que las importaciones de productos de terceros países sigan hundiendo los precios y dejando a los agricultores españoles en una situación de indefensión, que deja sus explotaciones al borde de la ruina.
Para ASAJA Cuenca los problemas del sector son muchos y variados pero el de los bajos precios es el que más preocupa a los agricultores que ven cómo en los últimos años han ido creciendo sus costes y recortando el precio que reciben por su venta, “llevándonos a una situación insostenible que tiene como una solución la intervención de los responsables del Ministerio de Economía y Comercio del Gobierno de España que deben poner mecanismos de protección para que los productos de terceros países no arrastren a los nuestros”, indica su secretario general, Manuel Torrero.
La organización señala que en organigrama del Ministerio de Economía y Comercio hay 16 Secretarías Generales cuyas competencias son la Regulación y Apoyo al Comercio Interior, Defensa Comercial y Política Arancelaria, Comercio Internacional de Mercancías, Política Comercial Multilateral, etc., y que es desde esos departamentos desde donde deban trabajar para proteger nuestros productos, “es llamativo que cuando una industria como la del automóvil se ve amenazada el Gobierno actúe de inmediato y, sin embargo, la agricultura lleve sufriendo esta competencia brutal desde hace años y no se haga nada. La alimentación debería ser una prioridad para cualquier Gobierno y proteger a quien produce debería estar en todos los programas electorales de los partidos políticos. Estamos hablando de algo tan importante como nuestra soberanía alimentaria”.
En lugar de promover esta protección, el agricultor viene sufriendo en los últimos años una constante merma en la viabilidad de sus explotaciones que se ve agravada por la competencia desleal de terceros países, “toda la cadena alimentaria tiene su margen de beneficio excepto el primer eslabón, el agricultor, que queda a merced de lo que le dejan sin capacidad de presión porque tiene que dar salida a su producción y, al final, vende sin poder poner un precio que le asegure cubrir costes y obtener un beneficio. El agricultor es el que asume todo el riesgo de la cadena alimentaria”, afirma el secretario general.
Torrero añade que el principal problema que tiene el sector, en estos momentos, es el de los precios y es ésta la razón por la que hay que salir a las calles y exigir al Gobierno y al Ministerio de Economía medidas que, de tratarse de otro sector industrial, ya las habría puesto en marcha.
La agricultura está en crisis y lo que tiene que hacer el Gobierno es declarar “productos en crisis” para luego empezar a tomas medidas, ése es el primer paso.
En estos momentos los agricultores se encuentran planificando la próxima campaña y deben hacer frente a numerosos gastos sin poder hacer previsión de beneficios porque nunca saben si los precios que recibirán por sus productos cubrirán los gastos.
Por todo esto, la organización agraria insta a todos los agricultores de España a unirse en las movilizaciones que se van a convocar en octubre para mostrar al Gobierno la fuerza del sector.
Las movilizaciones de febrero fueron históricas y sacaron a miles agricultores a la calle, pero los acuerdos que firmaron algunas organizaciones agrarias con el Ministerio no se han traducido en mejoras para el sector, “es el momento de volver a salir a la calle y centrar el principal problema que tenemos”, según Torrero.
La provincia de Cuenca es la principal productora de cultivos como la cebada, la que mayor superficie dedica al girasol y, además, tiene una gran importancia en otros productos como almendra, pistacho, uva o leguminosas, entre otros.