ASAJA CLM considera que con un nuevo trasvase se castiga nuevamente a los agricultores castellano-manchegos
jueves, 22 de marzo de 2018 | Agricultura
Ante el anuncio del Ministerio de Agricultura de autorizar un nuevo trasvase del Tajo al Segura a partir del 1 de abril, ASAJA CLM ha manifestado que en el Día Mundial del Agua se ataca nuevamente a los agricultores y ciudadanos castellano-manchegos, impidiendo el desarrollo, la riqueza y el progreso de la región.
La organización agraria ha recordado que, con siete cuencas hidrográficas, Castilla-La Mancha es la región con las dotaciones más bajas de toda España y con duras restricciones a los agricultores sin ninguna compensación.
A pesar de ello, la región ha sido durante 25 años la más solidaria y generosa desde el punto de vista medioambiental. Solo en 2017, que registra una de las sequías más graves de la historia, el Gobierno nacional autorizó en cinco ocasiones el envío de agua a través del acueducto Tajo-Segura, con un total de 82,5 hectómetros cúbicos aun cuando los embalses de Entrepeñas y Buendía rondaban el 15% de su capacidad total.
Además, en la actualidad, la superficie regada está muy por debajo de la media nacional, acentuando aún más si cabe la deuda histórica en materia hídrica en la región. Concretamente, mientras en España el regadío representa un 22% de las tierras de cultivo, en Castilla-La Mancha la superficie regada supone un 14%.
ASAJA CLM considera que las políticas aplicadas hasta el momento han desencadenado un importante desequilibrio en materia hidráulica en España, especialmente para Castilla-La Mancha, donde los agricultores y empresarios ven pasar el agua sin poder hacer uso del mismo y viendo como otras zonas geográficas prosperan económicamente.
Para llegar al equilibrio, desde la organización agraria abogan por un pacto nacional del agua siempre y cuando se llegue a un acuerdo en el que se reconozca la gran deuda con la región y que contemple la inversión en infraestructuras. De esta manera, se podría distribuir el agua de la España húmeda a la España seca, y almacenar el agua de invierno para verano.
Con ello y una gestión eficaz del agua, se conseguiría que todos tuvieran acceso a este recurso que genera riqueza y el desarrollo de las zonas rurales, al igual que se invierte en vías de alta velocidad, carreteras o telecomunicaciones.