ASAJA de Castilla-La Mancha ha lamentado que el Gobierno de la nación haya autorizado un nuevo trasvase del Tajo al Segura cuando la cabecera está bajo mínimos y asegura que no existen razones objetivas para entender esta actuación, a no ser, que respondan a intereses políticos y económicos.

La falta de transparencia en las cifras, como las referidas a la amortización de las infraestructuras, la superficie regada con aguas trasvasadas de Entrepeñas y Buendía o las tarifas del agua, esconde, según asegura el secretario general de la organización agraria, José María Fresneda, “el mayor negocio del agua que hay en Europa”. Para el secretario general, “este baile de cifras responde a los intereses de unos cuantos que, utilizando el instrumento legal vigente, se aprovechan de las necesidades de los ciudadanos en general, y de los agricultores en particular”.

Es por ese motivo que la organización agraria hace un llamamiento a la sociedad para tome conciencia del asunto y no permita que se produzca esta situación. “La voluntad popular representada en las Cortes tiene la oportunidad de liderar un movimiento social que termine con una de las mayores injusticias que se han cometido en la región. El agua es un recurso que la Dictadura nos quitó y que esta Democracia no ha sido capaz de devolvernos”, concluye Fresneda.

ASAJA CLM considera que, con la autorización de los trasvases, el Gobierno central, lejos de corregir el 13% del déficit que sufre Castilla-La Mancha en materia hidráulica, acentúa aún más si cabe la deuda histórica con esta región. Del mismo modo, ha criticado que el Gobierno autonómico se limite a hacer declaraciones políticas de rechazo al mismo y a anunciar recursos ante los Tribunales. Para Fresneda, “se necesitan muchas más actuaciones que acudir a la Justicia, se requieren medidas contundentes que redunden en beneficio del sistema productivo” Además, ha recordado que “si hay despoblamiento es porque no hay agua y, por tanto, no hay vida en nuestros pueblos y, como consecuencia, el sistema productivo desaparece”.

La organización agraria ha solicitado en numerosas ocasiones un plan de regadío para la región, de manera que en un plazo de 20 años se aumente la superficie regable en unas 500.000 hectáreas, dotándola de unos 1.500 hm3 y garantizando así el futuro y la riqueza de los pueblos, sus gentes y el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha.

Se necesitan infraestructuras que distribuyan el agua de la España húmeda a la España seca, y almacene el agua de invierno para verano. Con ello y una gestión eficaz de los recursos se conseguiría que todos tuvieran acceso a este recurso que genera riqueza y el desarrollo de las zonas rurales, al igual que se invierte en vías de alta velocidad, carreteras o telecomunicaciones.
 
En lo que va de año, el Gobierno nacional ha autorizado en cinco ocasiones el envío de agua a través del acueducto Tajo-Segura, con un total de 82,5 hectómetros cúbicos. El último, publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado, asciende a 7,5 hm3, a pesar de que, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Tajo, el agua embalsada esta semana en los pantanos de Entrepeñas y Buendía se sitúa en 378,5 hectómetros cúbicos, lo que supone el 15,3 por ciento de su capacidad total de 2.474 hectómetros cúbicos.