Las heladas causan importantes daños en la almendra
martes, 28 de marzo de 2017 | Agricultura
Las primeras estimaciones de ASAJA de Castilla-La Mancha apuntan entre un 70 y 80% los daños por heladas en los almendros de la región, principalmente, en las provincias de Albacete y Cuenca. No obstante, los técnicos de la organización agraria podrán evaluar con precisión los efectos de las inclemencias meteorológicas en las explotaciones, una vez pasados al menos 15 días.
Tanto las variedades de almendro más tempranas y tradicionalmente cultivadas en la comarca de La Manchuela conquense, desmayo, largueta o marcona, como las más tardías, vairo, lauranne, constanti, marinada o guara han sido afectadas por la ola de frío de los últimos días. Las primeras habían terminado ya la floración y han registrado daños de hasta el 100% en términos municipales como Minglianilla, Villapardo, Villarta o El Herrumblar, además de otros municipios. En cuanto a las variedades más tardías, la mayoría de plantaciones más recientes, estaban en la fase de cuajado del fruto, quedando arrasadas por las heladas con daños superiores al 70 y al 80%. Únicamente aquellos árboles que han florecido tras las heladas, podrán salvar la cosecha.
En la provincia de Albacete el frío también ha arrasado las explotaciones de almendro. En la zona centro y limítrofes, los daños han llegado hasta el 100%, incluso en algunos frutales, mientras que en el sureste de la provincia, comarca de Hellín y Tobarra, las heladas han afectado muy desigualmente a los parajes, registrando en algunas parcelas daños en su totalidad mientras que otras, no se han visto apenas perjudicadas.
En cuanto a las temperaturas alcanzadas en Toledo y en Ciudad Real no han sido suficientes para provocar daños significativos en las explotaciones de almendro, aunque sí en el viñedo, pero habrá que esperar unos días para que los técnicos hagan un seguimiento del desarrollo de la planta y puedan así cuantificar las pérdidas.
Las heladas en el viñedo, sobre todo en La Mancha, y en los municipios del norte de Toledo (Valmojado, Camarena, Casarrubios del Monte y La Torre de Estaban Hambrán) han afectado especialmente a la brotación, provocando la muerte de las primeras yemas y ocasionando una merma de la producción aún mayor si no son capaces de tener un segundo rebrote.